por Lola Zavala
Francisco I. Madero, siendo presidente de México, ofreció a Emiliano Zapata una hacienda en el estado de Morelos «como pago a sus servicios a la Revolución». Zapata, con gesto amenazador y golpeando su carabina 30-30 sobre el escritorio, le respondió:
– No, señor Madero. Yo no me levanté en armas para conquistar tierras y haciendas. Yo me levanté en armas para que al pueblo de Morelos le sea devuelto lo que le fue robado. Entonces pues, señor Madero, o nos cumple usted, a mí y al estado de Morelos lo que nos prometió, o a usted y a mí nos lleva la chichicuilota.
¡Viva Zapata! ¡La lucha sigue!
(Emiliano Zapata 8 de agosto de 1879 | 10 de abril de 1919)
Maurice Tillet, el ángel francés, destacado luchador profesional, apasionado del ajedrez y modelo de fotografías…
Irving Penn: Fotografiar un pastel también puede ser arte.
¿Cómo seguir viviendo tras aquél funesto 11 de septiembre de 1973?
Una comunidad de San Francisco está convencida de que el sonido que Coltrane conseguía era…
por Raíces al aire Vivan los mexicanos y mexicanas que no pierden la esperanza. Vivan las…
por Laura Martínez Alarcón ¿Cuántas mujeres heroínas de la Independencia de México podrías nombrar?…
Ver comentarios