Gaiteros de San Jacinto & su Dub Cumbiero en Guayabera Groove Sessions
Viernes 14 de julio, 22 horas
Centre Artesà Tradicionarius
Travessia de Sant Antoni, 6, Barcelona
Entradas: Anticipada 10 euros, en taquilla 12
La música de Colombia está anclada en su variada geografía desde las planicies ribereñas de los llanos del este, a través de la imponente cordillera de los Andes que marca su columna central, hasta la franja costera que recorre el oeste de Panamá al Ecuador. En el sur, Colombia llega hasta la cuenca del Amazonas; hacia el norte, bordea el Mar Caribe. La diversidad geográfica, económica y cultural de las regiones ha dado forma al panorama de la música de Colombia, y a la vez, las tradiciones musicales locales y regionales sirvieron de punto de partida para la música popular urbana, nacional e internacional, que surgió a lo largo del Siglo XX.
La cumbia ejemplifica este proceso. Se originó en pequeñas comunidades de costeños ubicadas a lo largo del Caribe colombiano. Sus creadores eran herederos del mestizaje y confrontación de los pueblos español, africano e indígenas que había tenido lugar en la región desde el Siglo XVI. La cumbia fue incorporada por las orquestas de los salones de baile urbanos durante la década de 1940, siendo diseminada más allá de las fronteras de Colombia gracias a la industria discográfica y a los medios electrónicos, y por décadas ha reinado como uno de los géneros de baile social más populares en las Américas. Durante ese tiempo, la fuente de la moda de la cumbia bailable continuó siendo la tradición comunitaria, interpretada por músicos como los miembros de Los Gaiteros de San Jacinto, como parte de las reuniones locales. Los Gaiteros de San Jacinto provienen del pueblo de San Jacinto en el departamento colombiano de Bolívar.
Por Ana María Ochoa La cumbia es sólo uno de los muchos tipos de música interpretados por el conjunto de gaita (la vivaz puya y el porro, así como la más cadenciosa gaita corrida son incluso muchas veces más favorecidos), aunque la popularidad de la cumbia la ha convertido en emblema de su comunidad de origen. Para los colombianos, el sonido del conjunto de gaita, asociado frecuentemente con la cumbia, evoca imágenes similares—la orgullosa herencia de la cultura costeña y la nacionalidad colombiana. Desde la mitad de la década de 1940, cuando esta música comenzó a ser comercializada por las orquestas de los salones de baile colombianos, el conjunto de gaita se volvió representante de uno de los sonidos folclóricos más emblemáticos de la música costeña. La que hoy es considerada cumbia tradicional a menudo evoca el mito del mestizaje racial representado por los tambores africanos, la gaita indígena, y las formas poéticas españolas—un mito muchas veces articulado por los mismos intérpretes. Particularmente en las manos de Los Gaiteros de San Jacinto, el sonido del conjunto de gaitas se transforma en la vasta y característica sonoridad de la música costeña invoca en los que la escuchan asociaciones de alegría y celebración. Los Gaiteros de San Jacinto ha sido el conjunto de gaitas más importante de Colombia desde mediados de la década de 1950. Gaita es el término utilizado para designar tanto un intrumento musical colombiano, como varios géneros musicales y una agrupación (el conjunto de gaitas), todos provenientes de la región del Caribe colombiano, donde se origina mucha de la música popular y tradicional disponible en el mercado. Hoy en día, la gaita es interpretada principalmente en la Serranía de San Jacinto, región montañosa que abarca las municipalidades de San Jacinto, Ovejas, El Carmen de Bolívar, San Juan Nepomuceno, San Onofre, y María la Baja en los departamentos de Bolívar y Sucre, en la zona conocida como Montes de María. Hoy en día, Los Gaiteros de San Jacinto se mueven entre la capital colombiana, Bogotá, y su hogar en San Jacinto, enseñando su música, construyendo instrumentos y presentándose en teatros, universidades, festivales, discotecas, y otros locales públicos. Aún cuando la música de gaita no era interpretada ampliamente en las décadas posteriores a 1970, a partir de entonces diversos factores han despertado un creciente interés en este género: el surgimiento de los festivales de gaita en la década de 1980; los esfuerzos de enseñanza de varios músicos e instituciones culturales; la inclusión de la gaita en otras músicas, tales como el vallenato contemporáneo y grupos experimentales; y la persistencia de Los Gaiteros de San Jacinto durante más de medio siglo. EL CONJUNTO DE GAITA El conjunto de gaita consiste de dos flautas de pico llamadas gaitas, una maraca, y tres tambores: tambor alegre, tambor llamador, y tambora (tambor bajo o bombo). Hoy en día el conjunto de gaitas incluye un cantante y coros acompañantes, pero la adición de la voz es algo reciente, pues gran parte de la música del conjunto de gaitas es instrumental. Las gaitas utilizadas principalmente por Los Gaiteros de San Jacinto son gaitas largas, y tienen entre 75 y 85 centímetros de largo. El cuerpo de los instrumentos está hecho de un tipo de cacto llamado cardón. La cabeza y la embocadura están hechas de una mezcla de cera de abeja y carbón molido, en la cual se inserta una pluma de pato o pavo. Las gaitas largas son interpretadas en pareja: gaita hembra y gaita macho. La gaita hembra tiene seis agujeros; la gaita macho tiene dos, y ambos instrumentos dialogan a través de motivos musicales que son la base de la improvisación. ORÍGENES DE LOS GAITEROS DE SAN JACINTO Existen diferentes versiones orales y escritas sobre cuándo se integraron Los Gaiteros de San Jacinto, aunque la mayoría coincide en que el grupo, tal como se le conoce en la actualidad, comenzó a existir en la década de 1930. A mediados de la década de 1950, emprendieron su primera gira por Colombia, bajo la guía de los folcloristas Manuel y Delia Zapata Olivella. En 1958, realizaron giras internacionales a China y Japón, así como a Rusia, Alemania, Francia, Italia, España y otros países europeos. En 1968, ganan la Medalla Cultural Olímpica en México. Sus giras, la excepcional calidad de sus músicos a través de varias generaciones, y el hecho de que es uno de los pocos conjuntos de gaitas cuya música ha sido producida comercialmente lo ha convertido en el más importante de Colombia. El fundador y líder inicial de Los Gaiteros de San Jacinto fue Miguel Antonio “Toño” Fernández (1912–1988). Actualmente, los miembros más antiguos del grupo son Joaquín Nicolás Hernández (gaita macho larga y maraca), Manuel Antonio “Toño” García (gaita hembra larga), y Juancho “Chuchita” Fernández (voz), todos herederos directos de los integrantes fundadores. Los otros integrantes del grupo son Rafael Castro (voz), Fredys Arrieta (gaita hembra larga), Gabriel Torregrosa (gaita corta y pito atravesao, percusión), Joche Plata (percusión), Gualber José Rodríguez (percusión), y Adolfo Rodríguez (percusión). El hecho de que el grupo haya perdurado y que incluya a varias generaciones de músicos habla de la vitalidad de esta tradición. Los Gaiteros de San Jacinto son un símbolo musical en San Jacinto y Bogotá y un punto de referencia para los demás músicos de gaita de toda Colombia. A través de sus nuevas composiciones y gracias a su enseñanza a jóvenes músicos, se constituyen en un eslabón crucial entre la música de gaita tradicional y su renovación contemporánea. Es en gran parte gracias a ellos, que la música de gaita se ha transformado en una de las expresiones tradicionales más influyentes en la música popular contemporánea de la Colombia actual.