Jazz & Food 2017

30 de septiembre, de 11 a 22:30 horas
Moll de la Fusta, Barcelona
Entrada libre

Este 30 de septiembre se celebra en Barcelona el Jazz & Food. Doce horas de música combinadas con una variada oferta gastronómica. Una gran fiesta ciudadana para dar la vuelta al mundo a través del jazz y la comida. Una propuesta del Voll-Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona.

El viaje empieza por Asia, para probar los curries más auténticos de Masala 73 y la fusión catalano-asiática más top de la mano de Casa Xica, y Grasshopper se encargará de recrear un auténtico ramen bar donde sentirse en el mismísimo corazón de Tokio.

Cruzamos a América y aterrizamos en México para probar la cocina fusión de Monchi’s, la más tradicional de Cloudstreet Bakery, o a la de influencia californiana de Eureka y Killer Burrito; siguiendo el viaje hacia el sur, la siguiente parada será Perú y su street food directamente importado de las calles de Lima por Warike, Venezuela y ese arte en forma de cachapa de La Cachapera, y Argentina y los asados para rechuparse los dedos de Dos Boludos.

Pero no pasaremos por alto a la representación más local, la flor y nata de la cuina del país, que se ha hecho un enorme hueco en la escena foodie más internacional. Por algo Bicnic, Caravan Made, Jaaims, Fogons Urbans o La Caseta Verde son capaces de fusionar la tradición más catalana con el exotismo más global. Butifarras ecológicas, pero también Báhn Mì. Bocadillos de panceta, pero también falafels. Escalivadas, pero también porchetta. La maestría en el mundo carne vendrá también de la mano de Wilson’s Fumats y sus carnes ahumadas y a la barbacoa, y de Fileteando y sus hamburguesas gourmet km0. Vegetarianos, no temáis, las fronteras nunca se os cerrarán. Vuestro recorrido geográfico no se verá limitado y podréis viajar libremente por una larga lista de países.

Estáis obligados además a dejar un hueco para el postre, porque perderse las maravillas sweet de Uay Balam o los helados de Xixovic o Parallelo, o dejar de probar un buen café de especialidad de La Cherry, resta puntos a toda la experiencia. Y nadie debería arriesgarse a arruinar un gran viaje gastronómico que viene ya amenizado por el mejor jazz al aire libre y que tiene lugar en uno de esos momentos mágicos que es el otoño de Barcelona.