por Lola Zavala
Hoy celebramos la obra y vida del fotógrafo Irving Penn (Nueva Jersey, 16 de junio de 1917-7 de octubre de 2009). Penn revolucionó el mundo de la moda uniendo arte y publicidad, vanguardia y sentido comercial. Trabajó para la revista Vogue desde 1943 hasta su muerte y colaboró con numerosas revistas además de tener su propio estudio.
Izquierda: Vendedor de pepinos, derecha: vendedor de periódicos. 1950
Sus imágenes son impactantes por su sencillez y porque trató a todos sus retratados como modelos de pasarela. Recorrió Latinoamérica y África con su estudio portátil, sus focos y sus fondos blancos, e hizo fotos de su gente. Fue criticado por ello pues decían que esas imágenes no tenían contexto y que carecían de conciencia social. Sin embargo, ese era su secreto: sacar de contexto a la persona para que su cuerpo fuera su única expresión. En ese sentido, una modelo de Manhattan y un niño de la calle de Cuzco reciben en su obra el mismo tratamiento.
Nueva Guinea, 1970
Nueva Guinea, 1970
Marruecos, 1971
Según dijo en una entrevista al diario The New York Times en 1991: «La gente a la que fotografié no era primitiva. La gente primitiva vive en Nueva York».
También es reconocido por su célebre frase: «Fotografiar un pastel también puede ser arte». Fue aquélla la principal característica de su estilo: la sencillez del «menos es más». Fotografió colillas, botes de cosméticos, botellas. Todo podía ser arte.
Cigarrillos, Nueva York, 1972
Muchos de los grandes retratos icónicos del pasado siglo son obra suya:
Izq: Miles Davis. Derecha: Pablo Picasso
Izq: Salvador Dalí. Der: Alfred Hitchcock
Autorretrato, 1948
Fotos: The Art Institute of Chicago, Irving Penn Foundation y The Metropolitan Museum of Art
______________________________________________
Artículo recomendado:
[…] 1946 el fotógrafo Irving Penn le tomó una serie de fotografías en las que aparece un dulce Maurice junto a la modelo Dorian […]