Frida Kahlo, flor tormenta
por Lola Zavala
El 6 de julio de 1907 nació una flor llena de pétalos y espinas. Su vida estuvo plagada de infortunios, desgracias personales y de mucho dolor. Pero también fue una vida rodeada de brillantes colores, de amores y desamores, de alegres perros xoloescuintles y monos corriendo en el jardín. De arte, de cariños inmensos, de pinceles, caballetes y libros.
Se enamoró perdidamente de un simpático y talentoso panzón, con el que compartió penas y alegrías y una espléndida casa llena de arte popular, de judas y mariposas, de muñecas de cartón, de figuras de barro del pasado, de piedra, azul y cantos. De artistas e intelectuales, de tequila y abrazos. De corazones rotos y úteros vacíos, de melancolía y fracasos. De belleza y mexicanidad.
Un día como hoy en 1907, Frida Kahlo le nació al mundo. Una flor tormenta, un corazón roto, que sangra, que llora, que ama y que sigue aquí, inolvidable, como una hermosa paloma que vuela eternamente del brazo de su elefante.